Cobrar tu asesoría y que el cliente lo valore
Cobrar por tu asesoría no aleja clientes, los atrae correctos. La clave es empaquetar tu conocimiento como un servicio claro, medible y con garantías.
Qué incluye una asesoría profesional
Diagnóstico de necesidades: propósito del viaje, presupuesto, estilo de viajero.
Curaduría de opciones: 2–3 rutas ganadoras con comparativo simple.
Gestión operativa: reservas, documentación, tiempos de pago, alertas.
Acompañamiento: canal único de contacto y SLA de respuesta.
Postviaje: seguimiento y programa de referidos.
Cómo presentarlo sin fricción
Nombre comercial del servicio: “Plan Maestro de Viaje”, “Ruta Perfecta Express”.
Precio visible y alcance delimitado (revisiones incluidas, vigencia).
Garantías: “Si no es lo que buscas, convertimos el 100% en crédito a tu compra”.
Entregables: PDF con ruta día a día, links de pago, política de cambios.
Cuándo cobrar
Antes de investigar a fondo. Ofrece una asesoría breve gratuita de 10 min para filtrar.
Si el cliente compara mucho, usa tarifa de consultoría + bono de redención al comprar contigo.
Objeciones comunes
“En internet lo encuentro gratis.” → Responde con valor: ahorro de tiempo, seguridad, respaldo, políticas claras y acceso a proveedores que no ve el público.
“No estoy seguro de viajar.” → Ofrece opción exploratoria con precio menor y validez 60 días.
Cobrar no es castigar, es ordenar la relación. Hazlo simple, con nombre, alcance, precio y garantía. El cliente correcto lo agradece

